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viernes, 19 de abril de 2013

Sexting y gossiping. Datos, Riesgos, Prevención.



Contenidos
  • Móviles y adolescentes: sexting y gossiping
  • WhatsApp, un coladero
  • Snapchat y Facebook Poke
  • Informer y Gossip
  • Sexting
  • Origen
  • Datos sobre el sexting
  • Datos sobre el sexting en España
  • Tipos de Sexting
  • Consejos sobre sexting
  • Consideraciones
  • Casos legales relacionados con el sexting
  • Porqué los adolescentes practican sexting
  • Aspectos legales

Tags: ipad, sexting, bullying, ciberacoso, pornografia infantil, privacidad, ciberbullying, Snapchat, Facebook Poke, Informer, Gossip, Snapchat
Relacionados: Control ParentalCiberacoso, Ciberbullying, GroomingSexting , Robo de Identidad, Phishing y Delitos TelemáticosMenores y Seguridad en Tablets y otras tecnologías

Móviles y adolescentes: sexting y gossiping en auge con WhatsApp o Snapchat
- El acceso de los más jóvenes a la tecnología y a Internet se ha disparado en los últimos años.
- Además del sexting, también ha crecido otra práctica peligrosa: el gossiping.
- Ambas tienen riesgos tanto para el emisor como para los receptores de los mensajes.
Adolescentes y móviles, Internet... una combinación que puede resultar peligrosa si se juega con fuego y no se es prudente. Fruto de ello es el éxito de dos tendencias relacionadas con la telefonía móvil: el sexting y el gossiping. La primera hace referencia al envío de textos e imágenes de índole sexual a los contactos; la segunda, a foros de cotilleos y maledicencias sobre algunos compañeros de escuela. Ambas tienen riesgos tanto para el emisor como para los receptores de los mensajes, tal y como destacan desde Consumer.

A diferencia del gossiping, el sexting tiene más años de recorrido y está más ligado al nacimiento de los mensajes de texto SMS en los teléfonos móviles. Las primeras referencias datan de 2005, cuando un periódico australiano se hizo eco del uso masivo por parte de los adolescentes estadounidenses, ingleses y australianos de los SMS para enviar referencias eróticas, cuando no pornográficas, que se usaban como preámbulo a encuentros sexuales.

Algunas estadísticas de la época citaban a un 20% de los adolescentes como partícipes de esta práctica, con edades comprendidas entre los 13 y los 16 años. Para muchos expertos en adolescentes, en esta etapa de la vida, la persona carece de madurez sexual y, por tanto, no es plenamente consciente de adónde le pueden llevar sus actos.

También se preguntan estos expertos si es conveniente que un adolescente tenga un teléfono con Internet. Sin embargo, el acceso de los más jóvenes a la tecnología se ha disparado en los últimos años, además de extenderse por plataformas como Facebook, Tuenti, Orkut, etc. Y si bien en estas redes sociales, por control de sus administradores o por ser generalizadas (con lo que se pierde el efecto de "hacer cosas a escondidas"), el sexting se ha visto muy diluido, ahora retoma su auge con herramientas como WhatsApp o Snapchat.

WhatsApp, un coladeroEn la primera, cuyo cuidado de la privacidad del usuario ha sido muchas veces cuestionado, los adolescentes intercambian muchos mensajes privados, algunos de ellos acompañados de imágenes y vídeos con carga sexual, con la confianza en la privacidad de las comunicaciones.

Sin embargo, los niveles de seguridad del servicio no han podido evitar la intrusión de terceras personas malintencionadas en la plataforma, para difundir de forma masiva mensajes privados. Así ocurrió con algunos alumnos de la Universidad de Deusto (Bilbao), que se comunicaron por WhatsApp aparentemente desde una red wifi pública: fueron espiados y sus mensajes privados, muchos de ellos de sexting, difundidos.

Snapchat y Facebook Poke
Tampoco se debe confiar en la buena voluntad de la persona que recibe el mensaje, si no se la conoce muy bien, ya que en ocasiones, y sin mediar tecnología alguna, el destinatario puede ser quien los difunda, algo del todo ilegal.

Para evitar que esto ocurra, apareció la aplicación Snapchat, pensada para enviar imágenes, pero con la premisa de limitar el tiempo que permanecerán en la memoria del móvil del destinatario. La idea es que de este modo se evitan difusiones indeseadas a terceros o intromisiones de hackers malintencionados.

Un servicio similar fue lanzado por Facebook, con un gran volumen de usuarios adolescentes, para ser utilizado desde el móvil: Facebook Poke. Tanto en Snapchat como en este último, el remitente manda una imagen al destinatario pero, antes, decide el tiempo que durará la imagen en el terminal de este.
Sin embargo, diversos medios tecnológicos han señalado que estas aplicaciones no están exentas de riesgos, pues el destinatario puede hacer una captura de su pantalla con la imagen y guardarla para luego compartirla con otras personas. De nuevo se debe tener en cuenta el desconocimiento de muchos adolescentes de las consecuencias de sus actos.

Por otro lado, este tipo de aplicaciones tampoco están libres de fallos de programación. A finales de diciembre se descubrió un error en la versión para iOS de Snapchat y Facebook Poke, que dejaba ver los vídeos enviados por los usuarios, pese a que había expirado el tiempo límite.

Informer y Gossip
El gossiping es otra tendencia en alza que puede resultar peligrosa para los adolescentes. Consiste en la creación de foros y salas de chat anónimas donde se comentan rumores.

Estos foros fueron un fenómeno en Cataluña el pasado otoño debido a Informer, que permite crear páginas en Facebook para pequeñas comunidades, como colegios y universidades.

Algunos estudiantes han creado sitios Informer locales en la red social que se les han ido de las manos, debido a la avalancha de rumores y maledicencias sobre otras personas del entorno cercano. Algunos de estos foros han alcanzado tal nivel de tensión, que sus creadores han sido agredidos en la calle y la Policía ha tenido que intervenir. Las denuncias por calumnias y acoso de alumnos y profesores se han contado por decenas y la Generalitat ha activado un plan de información en escuelas y colegios universitarios, para concienciar a los alumnos de la importancia del derecho al honor y la intimidad frente a la libertad de expresión que permite la tecnología.

Por su parte, Gossip es una aplicación española para iPhone de similares características, que permite el envío de rumores de móvil a móvil. Aunque no ha llegado a los niveles de Informer, ha creado también polémica.

Pero vayámos por partes. Analicemos cada tema por separado.

Sexting

(Contracción de sex y texting) Es un anglicismo de nuevo cuño para referirse al envío de contenidos eróticos o pornográficos por medio de teléfonos móviles. Comenzó haciendo referencia al envío de SMS de naturaleza sexual. No sostiene ninguna relación y no se debe confundir el envió de vídeos de índole pornográfico con el término “Sexting”. Es una práctica común entre jóvenes, y cada vez más entre adolescentes.
Mucho antes de que nuestra sociedad empezara a utilizar los mensajes cortos de texto (SMS) como una nueva forma de comunicación, las conversaciones y los gestos eran herramientas básicas para el coqueteo entre hombres y mujeres.

Hoy en día, muchos adolescentes y jóvenes adultos han encontrado una manera más sensual de expresar interés hacia otra persona. Esta nueva forma de coqueteo se llama “sexting”, que es el envío de fotos, videos y mensajes eróticos a través de SMS.
En una primera definición podríamos indicar que consiste en el envío de contenidos de tipo sexual (principalmente fotografías y/o vídeos) producidos generalmente por el propio remitente, a otras personas por medio de teléfonos móviles.
Según otra definición se podría considerar como una moda adolescente que consiste en fotografiarse desnudos con el móvil y enviar mensajes con las imágenes. Una práctica muy peligrosa de los adolescentes que el periódico define como una moda adolescente entre la travesura y la pornografía… algo que puede costarles mucho más que un susto.

Da que pensar que dejamos a nuestros hijos desprotegidos con el uso de las nuevas tecnologías. Desde pequeños les decimos que no acepten nada de desconocidos, que no abra la puerta a nadie, etc., pero no se nos ocurre inculcarles esos mismos hábitos básicos de seguridad en el uso del móvil, internet o las nuevas tecnologías.

Origen

Desde el origen de los medios de comunicación, las personas los hemos usado para enviar contenidos de tipo sexual (eróticos, pornográficos, etc.), pero con las NTIC surge un peligro: la difusión masiva e incontrolada de dichos contenidos.
En el caso de sexting se trata de contenidos muy íntimos, generados por los propios remitentes, mediante la grabación de sonidos, fotos o vídeos propios en actitudes sexuales, desnudos o semidesnudos, normalmente con destino a una pareja sexual o amorosa, aunque también en no pocas ocasiones a otros amigos, como un simple juego. Esto expone al creador o creadora de dichos contenidos a graves riesgos.

Datos sobre el sexting
Según un estudio del INTECO (2010) el 8,1% de los menores españoles recibe de fotos o vídeos de chicos/as de su entorno en posturas provocativas o inapropiadas. El 4,0% reconoce haberse hecho fotografías o vídeos a ellos/as mismos/as en posturas provocativas o inapropiadas. La incidencia directa es algo mayor entre los adolescentes de 15 y 16 años: 6,1%.

El Departamento de Justicia de los Estados Unidos ha expresado su preocupación por el auge de este fenómeno que según reconocen está provocando nuevas tipologías de delitos.
Un estudio realizado en 2008 en un instituto de Santiago de Chile reveló que el 28,5% de los adolescentes admitían haber compartido en la Red fotos de ellos semidesnudos, y el 16% en ropa interior.
Numerosos colegios e institutos de ese mismo país, así como en Australia y Reino Unido, están estudiando con urgencia el tema tras la aparición de numerosos casos, y aplicando nuevas normas al respecto para el curso 2009-2010.
En el condado de Jefferson (Kentucky, Estados Unidos) en el comienzo del curso 2009-2010 se estaban produciendo 22 expulsiones al mes por causa del sexting.
Diversos Estados norteamericanos están emitiendo decretos o realizando urgentes modificaciones legislativas para diferencias los casos y no tener que aplicar graves acusaciones de pornografía infantil en todos los casos de sexting.
Según una encuesta realizada en los Estados Unidos por Harris Interactive para la empresa Cox Communications el 19% de los adolescentes participa en actividades de sexting enviando, recibiendo o trasmitiendo fotos de desnudos o semidesnudos por MMS o e-mail. El 60% de ellos lo hace a su novio o novia, pero el 11% reconoce haber enviado sexting a personas que ni siquiera conocían. El 81% de los sexters tiene menos de 18 años.
Según otra encuesta, realizada en el ámbito universitario por la revista Playboy, la mitad de los universitarios del país lo practican. El 34% de los entrevistados reconocieron que hay fotos de ellos desnudos en los teléfonos móviles de otra persona. El 40% de ellos había visto mensajes de sexting que no eran para ellos y el 20% los ha reenviado. El 15% de los adolescentes y 19% de los adultos jóvenes envían este tipo de mensajes a personas que sólo conocen de la Red.
Según la revista Family Circle la incidencia del sexting entre los adolescentes estadounidenses estaría en el 45%.
La asociación argentina Chicos.net ha realizado otra encuesta de la que se desprende que el 36% de los adolescentes ha enviado fotos suyas en poses provocativas.
En los colegios de Estados Unidos se han detectado casos entre menores de 14 años. También casos en los que las fotos se han intercambiado por dinero (podría ser considerado venta de pornografía infantil). Según la policía del Estado norteamericano de Utah el 25% de las imágenes de pornografía infantil que detectan, son originadas mediante sexting.
A la policía del Estado norteamericano de Maine llega actualmente un caso de sexting cada 2 semanas, según han informado, y la cifra sigue aumentando.

DATOS DEL SEXTING EN ESPAÑA
El INTECO y Orange han hecho públicos los resultados de un Estudio sobre seguridad y privacidad en el uso de los servicios móviles por los menores españoles realizado mediante 644 encuestas personales en hogares españoles, a los propios menores y a sus padres. Los resultados del estudio se completan con las aportaciones de 55 expertos que han aportado una visión cualitativa y multidisciplinar al proyecto de investigación.
El estudio ha revelado, entre otros datos, que la edad media de inicio en el uso de teléfonos móviles se sitúa entre los 10 y los 12 años.
Así mismo los expertos participantes han agrupado los peligros más importantes en su opinión, que suponen los celulares para los menores de edad, en las siguientes categorías:
• uso excesivo y adicción
• amenazas a la privadad y sexting
• contenidos inapropiados
• ciberbullying
• grooming
• riesgos económicos (fraude, pérdidas económicas, etc.)
• virus y spam
Los que más preocupan a los padres son:
• contenidos inapropiados
• ciberbullying
• grooming
Los riesgos que tienen una mayor incidencia entre los menores, según el estudio, son:
• uso excesivo y adicción (36%)
• riesgos económicos (29,2%)
• virus y spam
En los siguientes casos, pese a una menor incidencia, se ha detectado que los padres consideran que son problemas que suceden con menor frecuencia de la que se ha constatado en el estudio:
• contenido obsceno procedente de adultos: incidencia = 0,6%
• comunicaciones de adultos desconocidos: 4%
• ciberbullying: 5,9%
Aunque el 94,4% de los padres asegura hablar del tema de la seguridad en el uso del móvil, sólo el 68,3% considera que su hijo/a está protegido/a al usarlo.
Tipos de Sexting
El informe define dos tipos de actuaciones de sexting:
Sexting activo: El/la menor se realiza fotos a sí mismo/a en posturas sexys, provocativas o inapropiadas.
Sexting pasivo: El/la menor recibe dichas fotos de personas de su entorno.
El 44,4% de los chavales atribuye una gravedad alta al sexting activo, mientras que un 59,9% de los adultos tienen esa consideración.
El estudio realiza una breve valoración del fenómeno y sus potenciales consecuencias:
En los últimos tiempos se ha empezado a hablar en los medios de comunicación de una práctica conocida como sexting, que es la captación de imágenes (fotografías o vídeos) de carácter erótico o, al menos, atrevido. En estos casos, el menor es el que, conscientemente, realiza (o consiente la realización) de una fotografía o vídeo sexy y la distribuye o publica de manera voluntaria.

Parece evidente que el menor no está percibiendo amenaza alguna contra su privacidad, ni es consciente de las implicaciones desde el punto de vista de la seguridad. Puede ser (así lo manifiesta alguno de los expertos participantes en el estudio) que los adolescentes muestran tal avidez de fama y notoriedad que les lleva a situaciones que pueden incluso poner en peligro su intimidad. El problema es mayor porque hay menos percepción de riesgo y los adolescentes tienen muy poca cultura de la privacidad.
La amenaza en este caso es evidente, ya que puede haber vulneraciones a diferentes derechos fundamentales: protección de datos, intimidad, propia imagen, honor, etc.
En cuanto a las conductas de sexting, la que más les ha ocurrido a los niños es la recepción de fotos o vídeos de chicos/as de su entorno en posturas provocativas o inapropiadas (8,1%), frente al 4,0% que reconocen haberse hecho fotografías o vídeos a ellos/as mismos/as en posturas provocativas o inapropiadas (la incidencia directa es algo mayor entre los adolescentes de 15 y 16 años, 6,1%).
La nueva red social móvil Friends Around Me ha creado una aplicación para iPhone y iPad que combina Facebook, Twitter, FourSquare y la mensajería instantánea. Se han comenzado inmediatamente a oír voces que alerta de los peligros que entraña esta combinación de funciones.
Esta mashup (combinación) de perfiles, imágenes y localizaciones aporta una información integral sobre los/las usuarios/as que se encuentran alrededor de uno/a, además de permitir chatear con ellos individualmente o en grupo. Una vez que se autoriza al terminal a difundir su ubicación vía GPS, el usuario está localizado en todo momento, lo que permite el seguimiento de la persona. Según advierten desde la fiscalía del distrito de Jefferson County, esto supone un riesgo evidente de acoso, secuestro o asalto sexual.
Además algunos de los perfiles más puntuados de dicha red acostumbran a publicar fotos insinuantes o semidesnudos. Dicha fiscalía alerta de que muchos de esos perfiles aparentan ser de menores de edad.
El propio web del servicio (creado por el ciberemprendedor ruso Egor Lavrov, que ha sido colaborador de campaña de Vladimir Putin, según informa la Wikipedia) anima a que se use con frases como “Open profiles for full access and no limits on who you can meet” (“Perfiles abiertos para un acceso completo y sin límites a quien puedas conocer/encontrarte”).
Friends Around Me es actualmente la 3ª aplicación de tipo social más descargada de la tienda online de iTunes y aumenta rápidamente su popularidad. Cada vez más aplicaciones de red social móvil están usando similares funciones de localización GPS, sin que muchos de los usuarios siquiera sean conscientes de ello. Los expertos aconsejan que los usuarios bloqueen ese tipo de aplicaciones para proteger su seguridad.
Consejos para prevenir los riesgos del Sexting:
  • Piénsatelo antes de enviar. Lo que publicas online o sale de tu propio móvil se convierte en irrecuperable, escapa para siempre de tu control y puede llegar a cualquiera en cualquier momento. Además, cada vez existem más webs que se dedican a recopilar y difundir estas imágenes.
  • Desnudez y minoría de edad, delito de pornografía infantil. La pornografía infantil es un delito cuando se crea, se posee o se distribuye. Se considera pornografía infantil cuando está protagonizada por menores de 18 años. Si te llegan este tipo de imágenes, bórralas de inmediato y denúncialo ante una persona adulta o a la policía.
  • La imagen es un dato personal cuyo uso está protegido por la ley. La imagen de alguien no se puede utilizar sin el consentimiento de la persona implicada. No lo olvides. Si hay problemas, esto puede denunciarse y comprometerte.
  • Recibir la imagen de una persona no te da derecho a distribuirla. El hecho de contar con una fotografía o vídeo en tu teléfono móvil no significa que tengas derecho a hacer con ella lo que quieras. Antes debes pedir permiso a las personas que aparecen en dicha imagen.
  • La ley actúa siempre a favor de los menores de edad. Que todo el mundo lo haga, que creas que no van a identificarte o que seas menor de edad no te libra de tus responsabilidades ante la justicia. Las leyes te protegen pero también protegen a los demás y te pedirán explicaciones si no las respetas.
  • No seas cómplice del sexting. Sobre todo cuando el sexting deriva en humillación y acoso colectivo, las víctimas sufren muchos daños. Si lo promueves con tus acciones, risas u omisiones, también eres responsable. Si callas, tu silencio ayuda a los acosadores y hace más daño a la víctima.
Consideraciones
El origen de la imagen: puede ser producida por el propio protagonista, por otras personas de forma consciente y consentida por aquel o, en último caso, robadas. Una cuestión paralela a considerar es si las imágenes eran preexistentes y entraron en el circuito del sexting provenientes de otras fuentes de acceso público, como Internet, o privado, como dispositivos de almacenamiento digital de información (pendrive, teléfono móvil, PDA...)
El contenido de la imagen: en ocasiones no es fácil definir la carga sexual de una imagen y calificarla de inocente, atrevida, erótica o pornográfica.
La identificabilidad: si la imagen permite o no identificar de forma inequívoca a la persona que en ella figura.
La edad de quien protagoniza la imagen: en caso de anonimato, hay ocasiones en que no resulta fácil definir la minoría o mayoría de edad de quien aparece.
La edad y circunstancias del resto de intervinientes: receptores, emisores y redistribuidores de la imagen.
Todos estos factores pueden influir tanto en el daño potencial que sufra la persona protagonista de la imagen como en las responsabilidades de quienes, de una u otra manera, participan en el proceso.
Hay que matizar que no todas las prácticas de sexting acaban generando consecuencias negativas. Una imagen tomada consentidamente y distribuida de forma controlada no tiene por qué causar problemas si hablamos de personas adultas. Eso sí, cuando intervienen menores de edad en algún punto de la cadena, el asunto se complica. Veamos un par de ejemplos:
Si entre menores y de forma consentida intercambian sus fotografías explícitas, podía hablarse de ilícitos como creación, posesión y distribución de pornografía infantil.
Si un adulto envía a un menor una imagen propia, habría que referirse a términos como corrupción de menores.
Como puede verse, son muchas las posibles combinaciones y no es tema menor la importancia de cada uno de los parámetros que intervienen.
La sexóloga norteamericana, especialista en relaciones de pareja, Arlene Krieger asegura que las chicas adolescentes están más dispuestas a coquetear y practicar sexting que los chicos. Según Krieger, las chicas adolescentes sienten que mandando SMS con fotografías eróticas suyas, son más aceptadas y populares entre chicos.
El sexting también es considerado por muchas personas como una forma divertida de mantener una relación de pareja activa sexualmente. Sin embargo, aquellas personas que practican sexting deben ser muy cuidadosas con lo que envían porque siempre existe la posibilidad de que el contenido sexual del mensaje sea visto por personas que estén fuera de la relación sentimental.
“Se debe ser extremadamente cuidadoso con el contenido que se manda desde un teléfono móvil”, dice A. Wichern, una joven norteamericana de veinticuatro años que practicó sexting con su novio cuatro años atrás.
Wichern intercambió mensajes atrevidos y algunas fotografías provocativas con su ex novio porque pensó que esto avivaría el deseo sexual entre ambos.
“Sexo telefónico es muy de los noventa”, considera Wichern. “El sexting va más acorde a nuestra época”.
Wichern asegura que el contenido sexual que mandó a su novio a través de SMS, no fue utilizado en su contra después de que terminara la relación. Sin embargo, muchas adolescentes que han practicado sexting, y han mandado fotografías atrevidas a sus parejas, no han sido tan afortunadas, pues sus fotos han sido difundidas en la Red.
Tal es el caso de una joven de 18 años de Ohio, Estados Unidos, llamada Jesse Logan quien se suicidó en julio de 2008 después de que fotografías eróticas suyas fuesen expuestas en el instituto donde estudiaba. Logan practicó sexting con su novio pero cuando su relación acabó, éste envió las fotografías eróticas de Logan a otras muchachas que estudiaban con ellos.
Según una edición del Today Show, un programa norteamericano de noticias del canal televisivo NBC, Logan trató de ignorar la humillación que sufrió, continuó asistiendo a clases y concluyó sus estudios de secundaria. No obstante, después de acudir al funeral de una joven que se había suicidado, decidió hacer lo mismo.
El instituto donde estudiaba Logan no tomó medidas en contra de las personas que difundieron las fotografías ni sancionó a su ex novio.

Casos legales relacionados con el sexting

Muchos adolescentes no son conscientes de las implicaciones legales ligadas a la difusión de imágenes eróticas. Esta situación se complica si el protagonista de dicha fotografía es un menor de edad.
En Estados Unidos, a los adolescentes menores de dieciocho años que difunden fotos eróticas en la red se les podría aplicar cargos de pornografía infantil, y ser incluidos en una lista de depredadores sexuales por varias décadas. Las leyes federales y de estado referentes a la pornografía infantil no eximen a los menores de edad que crean y distribuyen imágenes sexuales explícitas, aunque éstas sean de ellos mismos.
Según un reportaje transmitido en marzo de este mismo año en la cadena de noticias CNN, en algunos estados de Norteamérica, tales como Nebraska, Vermont y Utah, se han promulgado leyes con castigos más flexibles a jóvenes que han distribuido imágenes eróticas a través del teléfono móvil. En otros estados, los legisladores también han considerado sancionar a jóvenes con una falta en vez de aplicar un delito penal.
En España, las leyes relacionadas con los adolescentes que practican sexting son estrictas. Sin embargo, son más flexibles en comparación con las leyes norteamericanas. Las leyes españolas de pornografía infantil para adultos son aplicables a adolescentes entre 12 y 18 años. No obstante, las sanciones que se imponen a los adolescentes son diferentes, y se gradúan acorde a la gravedad de cada caso.
“Cuando se habla de menores de edad existe mucha subjetividad en cada caso”, explica Ofelia Tejerina, abogada y especialista en el uso legal de Nuevas Tecnologías. “El juez es quien va a determinar la gravedad de los hechos y la sanción que corresponde, dependiendo del caso concreto. No es igual tomar una foto de un desnudo que captar un acto sexual explícito y además, difundir esta imagen”.
Tejerina asegura que, en España, las sanciones para adolescentes tienen un propósito educativo. Sin embargo, en los casos donde se cometa un delito grave como violación u homicidio, la finalidad será de castigo. En caso de que esto suceda, el menor tendrá que asumir responsabilidades acordes con la gravedad de sus actos.
A pesar de las implicaciones legales relacionadas con el sexting en España, en los Estados Unidos, y en otros países, muchos adolescentes continúan practicándolo.
Según un estudio realizado en diciembre de 2009 por el Pew Internet and American Life Project, un grupo de investigación norteamericano sin fines lucrativos, el 15 % de los adolescentes que tienen teléfonos móviles han recibido SMS con contenido sexual. Sin embargo, estudios realizados antes de éste han mostrado porcentajes más altos relacionados con los casos de sexting.
En 2008, la campaña norteamericana para prevenir el embarazo indeseado y Cosmogirl.com, realizó una encuesta en la red con un total de 1.280 encuestados. La encuesta concluyó que el 21 % de chicas y el 18 % de chicos adolescentes han enviado o publicado imágenes de desnudos o semidesnudos de ellos mismos.
Entonces, ¿por qué los adolescentes siguen practicando sexting?
Según Krieger, niños y adolescentes hoy en día maduran más rápidamente en comparación con años anteriores como resultado del desarrollo de la sociedad. En la actualidad, más parejas se están divorciando y más niños se están quedando solos en casa, lo cual ha hecho que ellos mismos se eduquen en un mundo donde la red tiene un papel fundamental en la vida diaria de las personas.
Krieger comenta que padres debieran hablar del sexting y de sus peligros con sus hijos antes de que cumplieran los diez años. También añade que padres deberían supervisar lo que hacen sus hijos al llegar a la adolescencia.
“Esta muy mal que niños de 12 años, que no entienden las consecuencias de sus acciones, ya estén practicando sexting”, advierte Krieger. “Ahora, más que nunca, padres debieran educar a sus hijos porque una vez que una imagen se disemine en Internet, no hay mucho que se pueda hacer”.

Aspectos legales

El sexting, cuando implica de alguna manera a menores, puede causar muy diferentes problemas con la ley, principalmente:
La producción, posesión y distribución de pornografía infantil.
Los delitos contra la intimidad por uso de datos personales o revelación de secretos.
Y, en casos más específicos, delitos contra la libertad sexual y corrupción de menores.
Sin embargo, el daño más profundo causado por el sexting es que puede suponer el inicio de una situación de acoso y hostigamiento público, en muchos casos acompañada de prácticas de ciberbullying de las que se derivan, claro está, otro tipo de responsabilidades legales.
De la comunicación privada a la humillación pública
Los casos de sexting más nocivos son aquellos que se convierten en una cuestión de dominio público. La imagen robada o, por ejemplo, entregada en el seno de una pasada relación ya rota, comienza a circular, se extiende... incluso puede llegar a saltar a Internet.

A la vista de ello, la víctima pasa a sentir una gran desprotección y vulneración de su intimidad y privacidad. Si, además, recibe burlas, comentarios lesivos u otro tipo de agresiones sicológicas, el sufrimiento puede ser insostenible. Eso debió ocurrir a Jessie Logan, que no pudo soportar el linchamiento al que fue sometida debido a unas fotos donde aparecía desnuda y que envió a un novio tiempo atrás.
Las imágenes como reclamo, otra vertiente del problemaAdemás del menoscabo de la imagen pública y el hostigamiento, no es nada exagerado pensar que determinadas imágenes pueden llamar la atención de adultos que crean identificar como potenciales víctimas de acoso sexual a esos menores que interpretarán como descuidados, atrevidos, precoces y desafiantes. En definitiva, pueden llamar la atención de depredadores sexuales que fijen su atención y, lo que es peor, sus deseos, sobre un menor que ya se encuentra en una situación de debilidad y desprotección.
El móvil, mucho más que un dispositivo audiovisualLa intervención del terminal móvil o celular en los casos de sexting no se limita a su uso como creador, reproductor y transmisor de imágenes. Tiene otras dos connotaciones no menos poderosas.
Se puede llevar siempre encima, con lo que la potencial humillación puede ser permanente, en cualquier lugar y a cualquier hora. Alguien se toma un refresco mientras saca su móvil y degusta la imagen o, por qué no, la disfruta entre risas con un grupo de amistades.
Es algo más personal, muy dirigido, porque se distribuye de manera selectiva a algunos números de cada agenda... o a todos. La imagen se expande en círculos de relación concéntricos y adyacentes a la víctima. Quizás no se cuelgue en Internet, pero... ¡qué más da! ¿acaso es peor que esté online a que la hayan visto en su móvil todas las personas con las que se tiene relación cada día? Al igual que ocurre con las redes sociales, el móvil actúa como catalizador y concentrador del daño cuando hay un incidente.

Es una bomba inteligente porque afecta al núcleo de la vida social, toca de lleno a nuestro grupo de relación principal porque, de hecho, para eso son los móviles y las redes sociales, para crear y fidelizar lazos, para estrechar relaciones.
Por otro lado, el sexting no tiene por qué empezar y acabar en el teléfono móvil. La imagen comprometida pudo nacer fuera del celular e, igualmente, acabar siendo publicada online.
¿Una moda duradera?Ciertas tendencias tienen una explicación muy poco racional; basta remitirse a algunas formas de vestir lejos de toda bondad estética o funcional. Sin embargo, esta moda sí parece tener su lógica: ligan y se divierten, o eso dicen que les parece que hacen. Por desgracia, dos razones muy poderosas a esa edad como para que se priven de su práctica.

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